La nota que publicamos a continuación, otra gran investigación del periodista Gustavo Grabia, es suficientemene elocuente en el sentido de la inoperancia de los organismos de seguridad en el fútbol. En otro sentido podría y se puede decir que son además de ineptos, cómplices en muchos casos, de estas situaciones. Si ignotos civiles como nosotros y/o periodistas ajenos al Poder podemos investigar estas cosas, qué hacen los funcionarios designados para cumplir con esas funciones. Estuvo muy linda la excursión a Sudáfrica, preciosa la residencia que alquiló la Subsef para que sus funcionarios estuviesen lo suficientemente cómodos, etc., etc., pero como la verdad es la única realidad es que transcribimos estas lìneas. Sin olvidarnos de Fernando Blanco, Marcelo Cejas, Gonzalo Acro y Daniel García, entre tantos muertos a manos de los violentos del fútbol y por error y omisión de los funcionarios.
Una guerra Monumental
La guerra es por el botín millonario que genera la tribuna de River.
- Gustavo Grabia ggrabia@ole.com.ar
- | 14-07-2010
La pelea de Los Borrachos del Tablón está a full. Los de Hurlingham mandaron al hospital a uno de los capos y presionan en el club para quedarse con todo.
No hay paz, no hay armisticio, ni siquiera tregua. Es más, con la proximidad del comienzo del torneo Apertura, la guerra por la jefatura de Los Borrachos del Tablón está más caliente que nunca. Ni siquiera que Johnny Waldmeier, del grupo de Hurlingham, esté en coma peleando por su vida y que Raúl Suárez, del grupo de Budge, haya sufrido un traumatismo cerebral, ambos víctimas del último enfrentamiento en la General Paz del 24/5, paró la pelea. El botín, claro, es la plata que genera la tribuna de River y los contendientes son dos bandos que están siempre: la fracción oficial, que dirigen Martín Araujo, Héctor Caverna Godoy y Joe, y el grupo de Hurlingham, cuya referencia era el Tano Beto, hoy más alejado, y cuyas cabezas visibles son Cuqui y Toti.
Mientras todos estaban atentos a lo que ocurría en Sudáfrica, en River seguían con su guerra interna. Y uno de los líderes terminó mal. Porque el Tano Beto fue a buscar a la casa a Caverna y lo dejó maltrecho. El mensaje, dicen, surtió efecto en otro de los jefes, Joe, que atento a su actividad en el kirchnerismo optó por bajarse de la tribuna para apostar sus fichas a la política. Con esa batalla ganada, la banda de Hurlingham empezó a caminar el Monumental, avisando que van por todo. Y tienen como negociador con la Policía y la dirigencia a un hombre que en el pasado estuvo muy ligado a Adrián Rousseau y que tiene un notable parecido físico a Alan Schlenker.
"Hasta el torneo pasado, ellos no podían ni acercarse al Monumental porque la Policía los cortaba antes, porque el acuerdo era con la fracción oficial con la venia del club. Pero ahora las cosas están cambiando", le dijo a Olé un hombre que conoce la interna de la barra como pocos.
Envalentonados por esta nueva realidad, los de Hurlingham van por todo. Es más, están hostigando en grupo a los principales referentes de la fracción oficial para obligarlos a ponerse bajo su mando o bajarse definitivamente. Y nadie sabe cómo puede terminar esta guerra.
Mientras, la Justicia comenzó a actuar. Se abrió una causa por la batalla de la General Paz que está en la fiscalía 38 y que puede arrojar luz sobre ambos bandos. Porque hay un DVD sobre el incidente y quienes aparecen serán cotejados con la base de barras del Subsef. Es más, fuentes de la investigación apuntan que habría tres sospechosos sobre los que se está haciendo inteligencia. Además, el teléfono de Johnny ya está en la Justicia. Y hay un mensaje de texto entrante del día previo muy sugestivo: "Mañana vamos todos vestidos de pillos". Sí, se anunciaba la guerra. Ahora, es tiempo de pillar a esos violentos.
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