El Morsa Montero salió de prisión y copó la popu del León. El fiscal que investiga a la barra sospecha que tiene ayuda en la CD. Por eso varios deberán declarar. Rubén el Morsa Montero salió de prisión el viernes 17/2/12. Dos días después, una tribuna que hace un año estaba en paz se vio sacudida por su entrada y la de su grupo de 100 barras, que con alguna mano amiga burlaron el derecho de admisión y coparon la popular del Nuevo Gasómetro, entradas en mano. Los micros habían salido desde los barrios Churrasco y Villegas. En la cancha, un ex jefe de la barra, Pablo Cabrera, que también pugna por volver, fue golpeado. El Morsa, líder en los 90 hasta caer preso en 2000 por robar una joyería, que volvió a ser jefe en 2006 cuando dejó la cárcel, aunque su reinado fue fugaz porque otro robo lo devolvió a prisión, estaba de regreso. Y según investiga el fiscal Fernando Cartasegna, a cargo de las causas de la barra, contaría con apoyo de un sector de la dirigencia. Esto sospechan en la UFI tras lo ocurrido los últimos días. El jueves 23 el Morsa apareció por la sede con 150 barras y logró que la mayoría se asociara. Para eso, la oficina estuvo abierta hasta las 21,30 cuando cierra a las 19 y nadie alertó al Coprosede para ver si estaban en la lista del derecho de admisión, que contempla 200 nombres. El escándalo estalló rápido: el fiscal Cartasegna mandó una nota a la AFA y al Coprosede y el titular de este organismo, Rubén Pérez, le avisó a la CD que si le daban el aval al Morsa, la guerra reaparecería. Sin esperar respuesta, actuó: tuvo el dato de que los flamantes socios estaban reunidos en el barrio El Mercadito para ir al Unico a ver el partido contra el Rojo, y los detuvo por averiguación de antecedentes. Por eso en la popular se vio un hueco en el medio. Sumado a ésto, el directivo Martín Ordoqui, asesor en Seguridad por ser integrante de la Cámara de Casación Bonaerense, sugestivamente renunció el mismo día que Montero fue a la sede. Cartasegna, entonces, quiere profundizar. Sospecha de parte de la CD y por eso citará a los directivos para que expliquen la situación. Justo una dirigencia que se muestra abanderada contra los barras. “No sabemos quién, pero está claro que alguien de adentro les dio carta blanca. Tenemos probado que Montero repartió camisetas oficiales en barrios conflictivos, que contra San Lorenzo fueron escoltados por la Federal y que el día de la inusual conscripción de socios, el club no alertó al Coprosede. Se verá si hay connivencia pero como mínimo es sospechoso. Lo que más bronca da es que habíamos limpiado la tribuna y ahora se volvió a una situación complicada”, le dijo una fuente de la UFI a Olé , y agregó: “Los directivos se escudan en que sólo pretenden que vuelva la fiesta a la tribuna. Creer eso es una ingenuidad. Todos saben que acá los barras van por un negocio”. Ante esta situación, Olé intentó comunicarse con el presidente Lombardi, quien no respondió los llamados. Aunque el club sacó un comunicado manifestando que la renuncia de Ordoqui “no tiene nada que ver con lo sucedido en la sede y se permitió asociar por error a gente con derecho de admisión, lo que ya fue corregido”. Ojalá el error haya sido involuntario, no se repita y la tribuna de Estudiantes, siga viviendo en paz.
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