sábado, 12 de febrero de 2011

LA SEGURIDAD DEL FÚTBOL SIGUE EN MANOS DE NADIE

A continuación transcribo la nota publicada ayer por el Diario deportivo Olé que da cuenta de la entrevista que el periodista Gustavo Grabia mantuvo con la Secretaria de Seguridad Operativa del Ministerio de Seguridad, Dra. Cristina Caamaño.

En este sentido cabe hacer algunas consideraciones, habida cuenta de que, más allá de que la nueva funcionaria recién hace dos meses que está en funciones, sus declaraciones resultan cuanto menos poco felices, a la vez que demuestran un gran desconocimiento sobre la problemática de la violencia en el fútbol.

En primer lugar el hecho de haber disuelto la SUBSEF fue un error estratégico importante pues si este Gobierno desde 2003 a la fecha mantuvo esa estructura, más allá de los fenomenales fracasos de quienes la condujeron (Javier Castrilli y Pablo Paladino), no se entiende con qué justificativo ahora se la devalúa creando un engendro que, aparentemente, se llamaría Dirección de Seguridad en Espectáculos Públicos y en la que sigue estando el mismo grupo de ineptos que formaron parte de estos fracasos.

Esta decisión, desde nuestro punto de vista equivocada, conlleva también varios problemas legales, pues al abarcar la competencia sobre todos los espectáculos públicos, termina siendo una creación elefantiásica que no resolverá problema alguno, además de los conflictos de competencia jurisdiccional que acarreará, si es que en verdad funciona como debiera.

El fútbol es una actividad muy especial, eso es casi una obviedad, sin embargo las nuevas autoridades parecen no haberse percatado y, de hecho el torneo Clausura "Néstor Carlos Kirchner" ya comenzó y la seguridad de los espectadores y protagonistas está más huérfana que nunca. En cualquier caso, esta situación sorprende, pues la Ministra Garré ha demostrado desde que asumió, coraje y convicción a la hora de tomar decisiones difíciles, como poner en cajas a la PFA, entre ellas y parece que con el fútbol la cosa no funciona, al menos por ahora.

Esperemos que reaccionen y tomen decisiones acertadas antes que tengamos otro velatorio de un inocente.


Gustavo Gracia - Olé 11/02/2010
#1


Cristina Caamaño, la nueva secretaria de Seguridad a cargo del área, dice que quien produzca o apañe la violencia, sea quien fuere, será castigado. En octubre de 2010, el nombre de Cristina Caamaño saltó a los medios. Titular de la fiscalía 4, tuvo a su cargo la investigación por el crimen de Mariano Ferreyra, el militante del PO asesinado por una patota ferroviaria integrada por barrabravas. De hecho, dos de ellos están presos: Cristian Favale, de Defensa y Justicia, y Gabriel Sánchez, de Racing. Su investigación rápida y prolija llevó al Gobierno a pensar en ella como secretaria de Seguridad, la segunda persona en importancia por debajo de la ministra, Nilda Garré. En esos cambios, la Subsef fue liquidada y la seguridad en los espectáculos deportivos pasó a integrar una dirección de eventos masivos que responde justamente a Caamaño. A horas del inicio del torneo Clausura, la secretaria accedió a brindar cuáles serán los lineamientos en la materia a partir de ahora. Y como mujer de acción, con modales suaves pero decisión firme, dice que irá contra todos los que provoquen violencia y sus sostenes, ya sean políticos, dirigentes deportivos o policías.
“Recién estoy desembarcando pero lo primero con lo que queremos terminar es con el ‘olfato futbolístico’, esto que dicen los hombres de ‘se juega tal partido, es de alto riesgo’. Yo quiero pautas racionales de cuántos policías se necesitan y por qué, cuál es la estructura de un estadio, por qué ninguno está habilitado en forma definitiva en Capital. Esto también hace a la seguridad”, afirma Caamaño.
-Pero eso le diría que es la forma. El fondo es la violencia organizada de los barras y sus apoyos externos. ¿Qué hará sobre ese tema?
-Cuando hace dos semanas hice la primera reunión sobre este asunto, les dije a todos que deben hacerse responsables del rol que les toca. Quiero saber quién dentro de cada club se encarga de la seguridad. Porque si no le echan siempre la culpa a la Policía y se lavan las manos.
-Pero cómo desmonta la estructura de apoyo a los barras, y no sólo a nivel dirigentes deportivos. Usted trabajó un caso (el crimen de Mariano Ferreyra) donde había barras vinculados a sectores sindicales y políticos.
-Insisto, para eso es clave determinar al responsable. Yo traté con los clubes el tema de los barras. Vi que el problema es la interna que tienen adentro. Entonces si hay que hacer otro ingreso para que unos vayan por un lado y otros por otro, se hará.
-Lo lógico es que no entre ninguno.
-También puede ser eso, se está conversando. Hay que profundizar el derecho de admisión.
-Una buena medida sería que los clubes se lo ejerzan a todos en vez de favorecer a los barras que los apoyan.
-Por supuesto, y por eso estamos actualizando la base de datos con información de la Policía.
-Cuando investigó el crimen de Ferreyra, separó a la Policía del caso. En el fútbol hay mucha sospecha de connivencia de oficiales con barras. ¿Cómo se combate la violencia cuando a veces parecen aliados?
-Yo no sé si eso sucede, pero en principio los jefes de los operativos de cada partido ya no serán los comisarios de cada jurisdicción sino que será gente del área metropolitana, un equipo calificado con responsabilidades bien delimitadas. Acá habrá un control estricto de todo. La idea es que haya un responsable por cada cosa que ocurra. Acá se va a acabar el viva la pepa para policías, dirigentes deportivos, hinchas, para todos. Y sé que para que se corte la impunidad de los barras, hay que cortar todos los otros hilos.
-En el discurso está todo bien. Pero los barras tienen apoyo político de gente muy vinculada al Gobierno. Ahí está la ONG Hinchadas Unidas Argentinas como muestra. ¿Cómo creer entonces que hay voluntad política real de llevar este discurso a la práctica?
-Yo estoy acá como técnica, no por militante política. Conocí a la ministra Garré dos días antes de asumir, y cada día que pasa estoy más de acuerdo con su forma de trabajar. Sé que su pensamiento es terminar con la violencia. Es así. Danos un poquito de changüí para ver cómo nos va. Y que seamos mujeres a cargo del tema es una ventaja, porque tenemos una mirada y decisión diferente para revertir el flagelo.
-Este es un año electoral y las estadísticas marcan que las internas de los partidos muchas veces se dirimen en la cancha.
-Lo sé. Si es necesario, hablaré con cada intendente sobre el tema. Porque acá todos deben comprometerse para ganarle la batalla a la violencia en el fútbol. Cristina Caamaño, la nueva secretaria de Seguridad a cargo del área, dice que quien produzca o apañe la violencia, sea quien fuere, será castigado.
En octubre de 2010, el nombre de Cristina Caamaño saltó a los medios. Titular de la fiscalía 4, tuvo a su cargo la investigación por el crimen de Mariano Ferreyra, el militante del PO asesinado por una patota ferroviaria integrada por barrabravas. De hecho, dos de ellos están presos: Cristian Favale, de Defensa y Justicia, y Gabriel Sánchez, de Racing. Su investigación rápida y prolija llevó al Gobierno a pensar en ella como secretaria de Seguridad, la segunda persona en importancia por debajo de la ministra, Nilda Garré. En esos cambios, la Subsef fue liquidada y la seguridad en los espectáculos deportivos pasó a integrar una dirección de eventos masivos que responde justamente a Caamaño. A horas del inicio del torneo Clausura, la secretaria accedió a brindar cuáles serán los lineamientos en la materia a partir de ahora. Y como mujer de acción, con modales suaves pero decisión firme, dice que irá contra todos los que provoquen violencia y sus sostenes, ya sean políticos, dirigentes deportivos o policías.
“Recién estoy desembarcando pero lo primero con lo que queremos terminar es con el ‘olfato futbolístico’, esto que dicen los hombres de ‘se juega tal partido, es de alto riesgo’. Yo quiero pautas racionales de cuántos policías se necesitan y por qué, cuál es la estructura de un estadio, por qué ninguno está habilitado en forma definitiva en Capital. Esto también hace a la seguridad”, afirma Caamaño.
-Pero eso le diría que es la forma. El fondo es la violencia organizada de los barras y sus apoyos externos. ¿Qué hará sobre ese tema?
-Cuando hace dos semanas hice la primera reunión sobre este asunto, les dije a todos que deben hacerse responsables del rol que les toca. Quiero saber quién dentro de cada club se encarga de la seguridad. Porque si no le echan siempre la culpa a la Policía y se lavan las manos.
-Pero cómo desmonta la estructura de apoyo a los barras, y no sólo a nivel dirigentes deportivos. Usted trabajó un caso (el crimen de Mariano Ferreyra) donde había barras vinculados a sectores sindicales y políticos.
-Insisto, para eso es clave determinar al responsable. Yo traté con los clubes el tema de los barras. Vi que el problema es la interna que tienen adentro. Entonces si hay que hacer otro ingreso para que unos vayan por un lado y otros por otro, se hará.
-Lo lógico es que no entre ninguno.
-También puede ser eso, se está conversando. Hay que profundizar el derecho de admisión.
-Una buena medida sería que los clubes se lo ejerzan a todos en vez de favorecer a los barras que los apoyan.
-Por supuesto, y por eso estamos actualizando la base de datos con información de la Policía.
-Cuando investigó el crimen de Ferreyra, separó a la Policía del caso. En el fútbol hay mucha sospecha de connivencia de oficiales con barras. ¿Cómo se combate la violencia cuando a veces parecen aliados?
-Yo no sé si eso sucede, pero en principio los jefes de los operativos de cada partido ya no serán los comisarios de cada jurisdicción sino que será gente del área metropolitana, un equipo calificado con responsabilidades bien delimitadas. Acá habrá un control estricto de todo. La idea es que haya un responsable por cada cosa que ocurra. Acá se va a acabar el viva la pepa para policías, dirigentes deportivos, hinchas, para todos. Y sé que para que se corte la impunidad de los barras, hay que cortar todos los otros hilos.
-En el discurso está todo bien. Pero los barras tienen apoyo político de gente muy vinculada al Gobierno. Ahí está la ONG Hinchadas Unidas Argentinas como muestra. ¿Cómo creer entonces que hay voluntad política real de llevar este discurso a la práctica?
-Yo estoy acá como técnica, no por militante política. Conocí a la ministra Garré dos días antes de asumir, y cada día que pasa estoy más de acuerdo con su forma de trabajar. Sé que su pensamiento es terminar con la violencia. Es así. Danos un poquito de changüí para ver cómo nos va. Y que seamos mujeres a cargo del tema es una ventaja, porque tenemos una mirada y decisión diferente para revertir el flagelo.
-Este es un año electoral y las estadísticas marcan que las internas de los partidos muchas veces se dirimen en la cancha.
-Lo sé. Si es necesario, hablaré con cada intendente sobre el tema. Porque acá todos deben comprometerse para ganarle la batalla a la violencia en el fútbol.

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